Los profesionales y el personal que trabaja en la Residencia son el capital humano del centro, quien debe proporcionar los equipamientos, instrumentos y materiales necesarios para el desarrollo de su actividad, así como favorecer las condiciones de trabajo más adecuadas. En este sentido, además del reconocimiento de sus derechos laborales, se favorecerá de manera especial:

  • La formación continua en aquellos contenidos y prácticas relacionados con las actividades que realizan, desarrollando sus competencias profesionales.
  • La realización de buenas prácticas profesionales, promoviendo la adquisición de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias.
  • La consideración y el reconocimiento personal y profesional.
  • El trato respetuoso por las personas usuarias y sus familias.
  • La prevención y la ayuda en situaciones de riesgo laboral.
  • El estímulo al trabajo en equipo, la comunicación interdisciplinar y las relaciones de compañerismo.